Uno de los montes que quedan frente a las ciudades y castillos de Huesca, por su gran extensión y grandeza y su dilatada extensión es el monte conocido con el nombre de al-Yabal al-aswad y en la lengua de los cristianos al-Munt Nagar, que un jinete puede atravesar en tres días y un convoy en seis etapas.
Este párrafo está extraído del Libro de los caminos que conducen a todos los reinos, escrito por Ahmad ibn Umar ibn Anas al-Udrí en el siglo X. Al-yabal al-aswad significa Monte Negro y es el nombre con el que los árabes se refieren a Los Monegros porque la densidad de enebros y sabinas es tal en esos tiempos que el paisaje se ve de este color y hasta dificulta el buen cabalgar de los jinetes y comerciantes que atraviesan estas tierras.
Según los historiadores es a partir del siglo XVI, pero sobre todo en el XVIII, cuando empieza la tala indiscriminada que transforma el sabinar en secano para cultivar trigo. Es difícil imaginar como serían unos Monegros tan arbolados pero viendo los paisajes y comunidades vegetales y extraordinaria fauna actual no los cambiaría por otra posible forma que tuviese más madera.