El Gusano de seda (Bombyx mori) es una de las más famosas mascotas de la infancia. Viven en cajas de cartón y son muy faciles de mantener, ya que solo hay que recordar recoger hojas del árbol de la Morera (Morus alba) en una de las varias veces que entras en casa cada día. Si cerca de tu casa no hay Moreras, puedes congelar un fajo de hojas para tener reservas. Estos simpáticos gusanos crecen continuamente mientras disponen de alimento y a medida de crecen van mudando de pellejo, hasta que al mes de haber salido del huevo deciden construir el capullo de seda que les protegerá en la fase de crisálida. A partir del almidón de la hoja segregan la fibroina necesaria para el capullo, cuya elaboración puede llevarles unos cuantos días. Las arañas también tejen sus telas utilizando la proteína fibroina.
La metamorfosis dura unos 20 días y al cabo de este tiempo aparecen unas polillas bastante feas y torpes cuyo único interés es copular con otras compañeras de caja para poner cada hembra hasta 400 huevos, que se adhieren a las pareces de cartón. Los huevos eclosionarán a la primavera siguiente si los guardamos como las galletas; en un lugar fresco y seco. Ahora se crían como distracción pero han tenido épocas de esplendor en la antiguedad ya que la seda que se obtiene de sus capullos era muy codiciada y el producto estrella de la famosa Ruta de la Seda. Por entonces solo los chinos conocían el secreto de este gusano pero los astutos romanos lograron arrebatarles la fórmula de la seda.