La Avutarda (Otis tarda) es uno de los pájaros voladores más grandes del mundo pero a pesar de su gran tamaño se hace muy difícil su detección en campo abierto.
Aprovechan muy bien desniveles y cambios de rasante. Unos pasitos hacia allí y ya no están a la vista. En las extensas superficies abiertas donde les gusta pastar son las reinas de la pista.
Si ves una Avutarda, el pájaro te estaba viendo a ti 100 metros antes. Su distancia de seguridad es enorme y, aunque les pesa, salen volando si nos encontramos a menos de 300-400 metros de ellas. En esta foto están tan lejos que ni se ven.
Haciendo un poco (un huevo) de zoom vemos sus siluetas bajo el tronco. Es un grupo de 11 individuos en las estepas monegrinas. Las encontré cuando me puse a contemplar esa solitaria Sabina en el horizonte.
Esta es la mejor imagen que mi cutre digiscopin me permitía obtener. Veremos que pasa si las vuelvo a encontrar con mi cámara de fotos actual y un conjunto de técnicas de camuflaje que tengo que probar en campo todavía. Como me alucino yo solo.