
Este aljibe está a 1,5 km del Corral de Gros, al norte e Valdeabellera y es uno de los más grandes del término municipal de Pina de Ebro. Presenta 3 cuerpos rectangulares de 3 metros de profundidad que suman 400 metros cuadrados de superficie. Llenos a rebosar acumularían 1.200.000 litros de agua. Hay una pequeña caseta de ladrillo para un motor y un abrevadero de cemento. El aljibe esta vallado con reja metálica en mal estado.
El primer cuerpo (lado oeste) tiene escaleras de cemento con peldaños altos. Los otros dos cuerpos están comunicados por un hueco circular en el muro y tienen unas escalas precarias que constan de 3 barras metálicas muy oxidadas cruzadas en esquinas.
Actualmente ninguno de los cuerpos acumula agua durante mucho tiempo y el nivel máximo no supera los 30 cm en tercer cuerpo (lado este). El central tiene unos 40 cm de sedimentos y se embarra, creciendo juncos y tamarices en ocasiones.

Es habitual rescatar sapos corredores, lagartos ocelados y culebras bastarda y de escalera del tercer cuerpo. A veces pueden capturarse topillos y lagartijas colilargas grandes. En el cuerpo central es frecuente observar la presencia de estas mismas especies pero el rescate se hace difícil por la abundancia de vegetación seca y galerías subterráneas donde se ocultan los animales ya que ignoran si van a ser rescatados o depredados.

La rampa supera los 4 metros de longitud y tiene 30 cm de anchura con paredes laterales para conducir al animal hacia arriba. La inclinación es de 52 grados y la superficie de la madera es rugosa.

La base de la rampa se ha fijado al suelo con el peso de varias piedras para evitar su flotabilidad en caso de llenado del aljibe. En la parte superior también hay fijaciones para evitar desplazamientos por golpes. Además, en la base se ha cavado una pequeña poceta que acumulará algo de agua en caso de lluvia y con la misma tierra se ha preparado un montículo. Estos dos elementos, poceta y montículo, hacen este punto del aljibe más atractivo para la fauna que sufra la fatalidad de quedar atrapada aquí. También se han apilado las ramas más gruesas del aljibe junto al montículo y la propia sombra de la rampa es otro elemento atrayente para la fauna.

La existencia de una rampa en este aljibe abandonado no solo elimina el efecto trampa de estas infraestructuras en desuso, si no que podría estar transformando un punto negro para la fauna en un hotspot, ya que durante algunos momentos del año en los que el aljibe presente algo de agua podrían entrar y salir para abrevar. Los anfibios podrían incluso copular y desovar, teniendo su descendencia la posibilidad de dispersarse por el monte para llegar a la edad adulta si el agua dura el tiempo suficiente para completar el desarrollo y metamorfosis de los renacuajos.